Una de las preguntas que estamos recibiendo con frecuencia de parte de nuestros clientes es que si las fusiones y adquisiciones (F&A) siguen siendo una opción válida durante una crisis. En este artículo, analizamos algunos factores que los compradores y vendedores deben tomar en cuenta al contemplar transacciones en un momento como este.

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En Londres, la mañana del 10 de septiembre de 2001, la compañía global de publicidad WPP lanzó una oferta pública para adquirir a su competidor Tempus por un valor de más de medio billón de dólares. Al día siguiente ocurrieron los ataques del 11 de septiembre y los mercados bursátiles colapsaron. Esto llevó a WPP a retirar su oferta unos días después, argumentando por primera vez en una adquisición pública en el Reino Unido, que el valor de Tempus había disminuido materialmente. Esta historia es reconocida entre banqueros de inversión como la primera vez que se utilizó este argumento para retirar una oferta pública en el Reino Unido. En términos más generales, muestra cómo los mercados de F&A son vulnerables ante las crisis.

¿Un mercado de compradores?

Una crisis provoca que la confianza de los inversionistas colapse, haciendo que las empresas reconsideren movimientos estratégicos importantes como lo son las F&A. Los precios caen como resultado de una oferta de activos que excede la demanda, creando el fenómeno conocido como un mercado de compradores. Este término implica que quienes quieran adquirir acciones, están en una posición holgada y cómoda, mientras que los vendedores deben ser cautelosos. Sin embargo, a pesar de la caída de los precios, los compradores también deben proceder con precaución. La historia de WPP de 2001 es un ejemplo de un comprador que se retira de una transacción una vez que los mercados se contrajeron. También durante el colapso financiero de 2008 se llevaron a cabo varias adquisiciones de las que los compradores se lamentaron posteriormente.

Además de la disminución general en la confianza de los inversionistas, hay razones más específicas por las que ambas partes deben adoptar un enfoque cauteloso. Valorar una empresa durante períodos de gran incertidumbre es más difícil ya que requiere visibilidad sobre el crecimiento futuro de la empresa. Incluso determinar la tasa de descuento utilizada en un modelo de valoración se vuelve más desafiante: el costo del capital fluctúa con mayor volatilidad y el costo de deuda cambia con las tasas de interés y el riesgo crediticio.

Financiar una transacción de F&A en una crisis también se vuelve más retador. Los bancos se vuelven tímidos para prestar y las fuentes alternativas de capital, como el mercado de bonos o préstamos puente otorgados por bancos de inversión, dejan de estar disponibles, sobre todo para compras apalancadas. Asimismo, una transacción de F&A pagada con acciones más volátiles probablemente sea menos atractiva para el vendedor.

En los mercados emergentes estos obstáculos se amplifican. Los mercados de F&A en los países en desarrollo son menos líquidos y más vulnerables a un cierre repentino ocasionado por un shock económico. La volatilidad en los mercados de valores locales suele ser mayor, lo que hace que los precios sean aún menos predecibles. Financiar una transacción de F&A en mercados emergentes se convierte en una tarea aún más formidable si se considera que los mercados de deuda son menos sofisticados, que las grandes fluctuaciones en los tipos de cambio de sus monedas agregan complejidad a la ejecución de una transacción transfronteriza, y que los mercados emergentes se recuperan más lentamente de un shock económico por la más lenta recuperación de la confianza de los inversionistas.

¿Por qué entonces se continúan haciendo transacciones?

A pesar de estos desafíos, la actividad de F&A aún continúa en mercados más volátiles, aunque en menores volúmenes que en períodos de expansión económica. Vale la pena recordar que durante 2008 hubo más de US$200 mil millones de compras apalancadas completadas a nivel mundial. Y en abril de 2020, en medio de la crisis generada por el coronavirus, Facebook anunció una inversión de US$5.7 mil millones en Jio Platforms, un negocio de telecomunicaciones propiedad de Reliance Industries de India. Esta fue la segunda adquisición más grande de Facebook después de su compra de WhatsApp por US$19 mil millones en 2014, y es claramente un movimiento ambicioso para la compañía en mercados emergentes. ¿Qué demuestra esto?

Primero, las compañías con una fuerte situación financiera y estratégica están bien posicionadas para realizar adquisiciones en el momento que una crisis en el mercado obliga a los compradores más débiles a retirarse. Facebook contaba con efectivo por US$19 mil millones a finales de 2019, lo que significó que podía financiar la adquisición con recursos propios. Sin duda, Facebook pensó cuidadosamente sobre el impacto de la crisis del coronavirus antes de firmar su histórico acuerdo con India, pero optó por continuar con una adquisición tan estratégica. Este ejemplo también ilustra cómo ciertas partes de la economía, en este caso el sector tecnológico, se ven menos afectadas durante un período de crisis económica.

En segundo lugar, las empresas con una posición relativamente débil también pueden usar las F&A como una estrategia defensiva durante una crisis. Ejemplos vistos con frecuencia en 2008, incluyen compañías que enfrentan problemas de liquidez que vendieron una subsidiaria para generar efectivo, o compañías con un desempeño deficiente que se fusionaron con otro negocio para crear un grupo combinado más fuerte. En ocasiones, los accionistas no cuentan con el capital que la empresa requiere durante épocas de trastornos en el mercado y ven una venta a otra persona con bolsillos más profundos como una opción atractiva. Y algunos vendedores continúan con las fusiones y adquisiciones, aun cuando la situación de los mercados es difícil, exclusivamente por razones estratégicas y no por algún tipo de presión financiera.

Recurriendo a las fusiones y adquisiciones durante una crisis

Para recurrir a las F&A cuando los mercados son volátiles las valoraciones deben ser de lo primero a negociarse para garantizar que haya un acuerdo general entre las partes antes de invertir tiempo y recursos en el proceso de evaluación. Los compradores requieren incorporar la recuperación de largo plazo del negocio en sus valoraciones para evitar que los efectos de corto plazo de la crisis resulten en valoraciones bajas que el vendedor pueda rechazar. Igualmente, los vendedores deben entender e incorporar en sus proyecciones el nuevo entorno operativo y el repunte esperado. También deben ser conscientes de los planes de financiamiento del comprador y de los obstáculos que podrían presentarse. Los asesores de banca de inversión desempeñan un papel importante en ayudar a cada parte a alcanzar un acuerdo durante un período de inestabilidad económica.

Un mercado activo de F&A es un componente clave de una economía saludable que proporciona a los inversionistas una forma de entrar o salir de sus inversiones y lograr sus objetivos estratégicos. Aunque los vendedores deben ser cautelosos al vender en la parte baja del ciclo económico, la percepción común en el mercado no considera que los compradores también están expuestos a un mayor riesgo. Al final, las autoridades obligaron a WPP a completar su adquisición de Tempus en diciembre de 2001. Los mercados finalmente se estabilizaron y WPP se convirtió en el líder indiscutible de la industria publicitaria global. La lección aprendida de esta historia es que durante una crisis lo importante es que ambas partes que participen en una transacción de F&A se mantengan enfocadas en sus objetivos estratégicos de largo plazo.

Valeo Capital Partners es una firma de banca de inversión y consultoría estratégica basada en San José, Costa Rica. Asesoramos a empresas selectas en los mercados emergentes de América Latina.